Los daños en la edificación ocasionados por el factor térmico.

La temperatura ambiente afecta tanto en el periodo de ejecución como durante la vida útil del edificio. Puede provocar cambios en el proceso de fraguado y endurecimiento del hormigón e incidir en los materiales y elementos que conforman las edificaciones. La variación térmica provoca efectos de movimiento en la estructura y en los elementos secundarios, quedando sometidos a dilataciones y contracciones. La función de las juntas de dilatación es precisamente evitar dichos esfuerzos, al igual que las juntas de contracción, cuya misión es evitar las fisuras en el proceso de fraguado debido a la variación de temperatura.

CONDICIONANTES:

Existen una serie de condicionantes que por lo general pueden influir en las características de los materiales y elementos frente al gradiente térmico.

  • La tipología de la edificación, por ejemplo su geometría o dimensiones.
  • La exposición del edificio a las acciones antrópicas.
  • El aislamiento ejecutado.
  • Las características de los materiales, es decir: su coeficiente de dilatación, calor especifico, su conductividad…
  • Las circunstancias ambientales.

ORIGEN:

El origen de las lesiones en los elementos constructivos de deben a una serie de causan, entre las que enumeramos las siguientes:

  • La omisión de las juntas de dilatación y/o contracción en el proceso de ejecución.
  • Si no se han considerado las dilataciones en proyecto y en el cálculo de la estructura.
  • El agua puede ejercer una acción expansiva al congelarse.
  • Los elementos de grandes luces precisan apoyos deslizantes que absorban los movimientos de dilatación y contracción.
  • Incumplir las condiciones del proceso de curado del hormigón en condiciones extremas de frio o calor. Es necesario controlar la diferencia de gradiente térmico entre el interior y exterior de las estructuras de hormigón, así como los periodos de tiempo.
  • Los efectos térmicos en los elementos constructivos de las instalaciones tienen una serie de requerimientos en los pasos de tuberías de ACS, en las chimeneas, depósitos u otros elementos donde se produzcan choques térmicos.

DAÑOS OCASIONADOS:

A continuación explicamos las lesiones más comunes causadas por la variación térmica, ya sea por dilatación del hormigón o durante el fraguad de mismo.

Fisuras

  • En las zapatas pueden surgir fisuras superficiales. Estas pueden alcanzar 0,4 mm de anchura e incluso llegar a la armadura superior.
  • En los muros de sótano, aparecen fisuras verticales .
  • En los pavimentos, losas y techos, pueden emerger fisuras en dirección normal al sentido de las tracciones con un espesor regular.
  • Pueden aparecer fisuras en las fábricas de ladrillo, en los tabiques de cámara alrededor de las ventanas, en las esquinas de fábrica de 1/2 pie, de forma vertical en jambas de ventanas, debajo de los cargaderos metálicos y en el centro de los vanos con grandes luces.

 

La rotura de los muros que son traspasados por las tuberías de ACS si no disponen de junta.

Deterioro y rotura de los elementos tales como solados, orificios de anclaje de hormigón, canalones y bajantes, módulos cerámicos, etc. (por la acción del agua al congelarse). En las cubiertas se deterioran las láminas impermeabilizantes, provocando reblandecimiento, descomposición de asfaltos…

Grietas de contracción, surgen paralelas y con una distancia de entre 0,3 y 1 metro, bastante profundas por la retracción plástica del hormigón.

Pandeo de elementos constructivos, abombamiento y desprendimientos. Por ejemplo en las fábricas de ladrillo es usual que en el encuentro de los forjados se produzcan desprendimientos de las plaquetas de los frentes de forjado.

En las sogas de los ladrillos puede producirse rotura por cizalladura y su desconchonamiento.

En la madera debido a los cambios bruscos de temperatura se abren fendas superficiales, lo que posibilita la manifestación de hongos y la penetración de humedad, amparando así el ataque de insectos xilófagos.

¿CÓMO PODEMOS PREVENIR LOS DAÑOS?

En proyecto y en ejecución se deberá elaborar un estudio adecuado y designar unas reglas de diseño para impedir los daños incitados por el efecto térmico. Algunas disposiciones importantes son:

– Tener en cuenta las juntas de dilatación o de contracción, su disposición según superficie, dimensionado y el análisis de materiales de sellado y relleno, de modo que absorban los movimientos.

  • En la estructura, las juntas afectan al edificio completo (a excepción de los cimientos enterrados). Es necesario adoptar las distancias adecuadas y duplicar los elementos constructivos (pilares).

La norma NBE AE-88 indica que la distancia entre juntas de dilatación en estructuras  ordinarias de edificación, de acero laminado, o de hormigón armado no debe exceder de 40 m. Esta distancia suele aumentarse a 50 m si los pilares son de rigidez pequeña, y reducirse a 30 m si los pilares son de rigidez grande.

  • En los cerramientos de ladrillo las distancias que se adoptan son de 12 a 15 metros. Se sitúan en las esquinas, en los quiebros y en los encuentros con otros tipos de cerramientos u otros paños de ladrillo sin traba. También se necesitan juntas horizontales en el encuentro entre fábrica y forjado.
  • En los muros de sótano por lo general se ejecutan cada 7-10 metros y en sitios singulares como en los cambios de altura de muro, donde hay diferencias en la profundidad del plano de cimentación.
  • En solados, se realizarán las juntas dividiendo la superficie en módulos perimetralmente. Se colocan en el límite con los muros y alrededor de pilares.
  • Las juntas estructurales del forjado se extienden a los elementos constructivos (impermeabilización, barandillas, petos, tableros, canalones…) de la cubiertas y se respetan sus distancias. En las cubiertas planas se dispondrán en las limatesas (puntos altos). Se realizarán además juntas auxiliares y perimetrales.

– El sellado será compresible e irá sobre un fondo de junta que también será elástico. El ancho y espesor de las juntas obedecerá al movimiento previsto y las características técnicas del sellante.

– Los pavimentos de hormigón, precisan armaduras de retracción.

– En el caso de fachadas de fábrica de ladrillo, dotarlas de un número suficiente de paños independientes que permitan el movimiento adecuado.

– Procurar un mantenimiento adecuado de las juntas. Estas precisan una inspección periódica para evitar su degradación y la entrada de elementos extraños. Es importante estar atentos de la durabilidad de los sellantes para planificar su sustitución.

– Es muy recomendable inclinarse por soluciones constructiva que sitúen el aislamiento térmico lo más exterior posible.