Cómo una tasación inmobiliaria puede ayudarle en la venta de su vivienda
¿Cómo una tasación inmobiliaria puede ayudarle en la venta de su vivienda?
En el tercer trimestre de 2015 se realizaron un 22% más de tasaciones inmobiliarias con finalidad hipotecaria en el sector residencial que en el mismo período de 2014, según informa la Asociación Española de Análisis del Valor.
Analizamos en este artículo las ventajas de invertir en una valoración inmobiliaria a la hora de poner en el mercado nuestra vivienda.
Fijar el precio de venta de nuestra vivienda en función de una tasación es sinónimo de seguridad tanto para nosotros como para los posibles compradores ya que, al realizar una valoración, el tasador:
-Visita la vivienda, manifestando en el informe la realidad de su estado de conservación, características, etc.
-Comprueba que la dirección que aparece en el registro se corresponde con la ubicación real del inmueble a tasar.
-Realiza un plano de la vivienda, midiendo estancia por estancia, para obtener la superficie real de la misma.
-Toma fotografías de la propiedad, que adjunta en el informe, para reflejar el estado en que se encuentra.
-Lleva a cabo un estudio de mercado, teniendo en cuenta la información recabada en la visita. Se compara el inmueble con bienes de similares características (superficie, antigüedad, estado de conservación, etc.) en su misma zona, y se aportan testigos de los comparables utilizados.
-Comprueba la normativa urbanística que afecta a la propiedad a valorar.
Así, el informe realizado por el tasador, es garantía de veracidad en el valor que éste otorga al bien inmueble, tanto para vendedor como para comprador, garantizando que la transacción se realiza por un importe justo para ambas partes.
Además, una tasación inmobiliaria es una garantía para el banco a la hora de realizar un préstamo hipotecario que permita que la compra-venta se lleve a cabo con éxito, ya que le garantiza que recuperará el dinero prestado en caso de impago. Antes de conceder una hipoteca, la entidad financiera debe realizar una tasación del bien por el que se solicita el préstamo, y está obligada a aceptar cualquier tasación que le aporte el cliente siempre que sea certificada por un tasador homologado de conformidad con la Ley 2/1981 de 25 de marzo de Regulación del Mercado Hipotecario (Revisión de 15 de Mayo de 2013):
“Las entidades de crédito, incluso aquellas que dispongan de servicios propios de tasación, estarán obligadas a aceptar cualquier tasación de un bien aportada por el cliente, siempre que, sea certificada por un tasador homologado de conformidad con lo previsto en la presente Ley y no esté caducada según lo dispuesto legalmente, y ello, sin perjuicio de que la entidad de crédito pueda realizar las comprobaciones que estime pertinentes, de las que en ningún caso podrá repercutir su coste al cliente que aporte la certificación. El incumplimiento de esta obligación se entenderá en todo caso como infracción grave o muy grave de la entidad de crédito en los términos de los artículos 5.d) o 4.e), respectivamente, de la Ley 26/1988, de 29 de julio , de Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito, respectivamente.” Ley 2/1981 de 25 de marzo de Regulación del Mercado Hipotecario (Revisión de 15 de Mayo de 2013)
En el caso de que el comprador necesite que el banco le conceda una hipoteca para adquirir la vivienda, el préstamo se le otorgará en función del valor real de mercado de la misma. Así, si el precio de venta supera al de mercado, aunque el comprador esté dispuesto a adquirirla por esta cantidad, probablemente no podrá afrontar su compra, ya que el banco encargará una tasación y concederá el préstamo en función del valor que en ella se otorgue al inmueble.
Por lo tanto, realizar una tasación inmobiliaria y tenerla en cuenta al fijar el valor de venta de nuestra vivienda es una garantía para nosotros de que pueda venderse, ya que sabemos que el banco puede conceder el préstamo necesario para comprarla, y es garantía también para el comprador de que está adquiriendo el inmueble por un precio justo.