Cualquiera de los mercados puede definirse mediante cinco características principales:
Libertad en los mercados:
Un mercado es libre siempre y cuando aquellos que ofrecen productos y aquellos que los demandan pueden entrar y salir libremente de él, al no existir trabas o
impedimentos legales y cuando los precios se forman sin intervención alguna por parte de la Administración Pública.
Cuando no puede decirse que un mercado es libre, se dice que se trata de un mercado intervenido.
En el caso del mercado inmobiliario, el mercado es libre siempre y cuando las partes puedan pactar libremente el precio convenido de transmisión de un inmueble, siendo las viviendas de Protección Oficial un ejemplo de mercado intervenido, para los que la Comunidad Autónoma regula y fija los precios.
Homogeneidad en los mercados:
Un mercado es homogéneo cuando las mercancías que se ofrecen son indiferentes, es decir, cuando tienen características tan similares que las hacen indiferentes desde el punto de vista comercial.
Frecuencia de las transacciones en los mercados:
Se considera que un mercado cuenta con transacciones frecuentes cuando las compraventas se producen de manera continuada, sin interrupciones. (Salvando la estacionalidad de algunos productos)
Un ejemplo de transacciones muy frecuentes engloba productos de primera necesidad como el pan o la leche, mientras que otros mercados, como los de las obras de arte, cuentan con poca frecuencia de transacciones.
Transparencia de los mercados:
Un mercado es transparente cuando existe información plena de la oferta y demanda, sabiendo todos los players el precio al que se están pagando determinados productos a partir de boletines de precios, publicaciones u otros mecanismos.
Dentro del mercado inmobiliario, existe gran diferencia respecto a la transparencia de los submercados. El submercado de vivienda es mucho más transparente que el submercado de activos alternativos o suelo, donde las transacciones se realizan de una manera mucho más opaca y no existe información fácilmente accesible al respecto.
Concurrencia de los mercados:
Un mercado es concurrente cuando existe tanto amplia oferta como amplia demanda. En el mercado inmobiliario esta concurrencia suele estar relacionada con la liquidez que posee un activo.
Un mercado es de competencia perfecta cuando cumple o tiende a cumplir en la mayoría de las ocasiones estas propiedades.